martes, 18 de junio de 2013

LAS CHUFAS

LAS CHUFAS
 
 La chufa es la semilla de la juncia. El rizoma de esta planta da estos tubérculos. Se producen en cantidad relativamente importante en España, y estos tubérculos, una vez secados, se conservan a lo largo de varios años. Es muy azucarada y posee un fuerte poder laxante. Una vez cocida, por su dureza, es ciertamente el grano que más aguanta en el hair, lo que nos permite usarla en aguas infestadas de peces gato, de cangrejos de río y peces pasto.
La chufa se presenta bajo dos variedades: de forma redonda y de forma alargada. A veces, cuando compramos chufas de la variedad alargada, todavía tienen las raíces debido a una limpieza insuficiente. Estas raíces no deben ser quitadas, ya que dan una impresión muy natural a la chufa y de esta manera pueden aumentar la confianza de ciertas carpas sobre los cebos, especialmente de los ejemplares más viejos. Podemos encontrarlas de 3 tamaños bien diferenciados: grande, estándar y mini.  Las más pequeñas son ideales pare cebar.
Comparada con otras partículas, la chufa es muy pobre en proteínas, pero muy rica en azúcares. Es un grano nutritivo, aunque no es fácilmente digerible para las carpas, debido a su dureza. Cocer la chufa en exceso para ablandarla no servirá de nada, salvo para deteriorar sus propiedades y vitaminas.
La carpa no la digiere completamente, y suele expulsarla muy rápido. Esto da lugar a que los fragmentos expulsados (la mayoría de las veces las expulsan enteras) pueden volver a ser comidos, confeccionando pues un nuevo cebadero, y así sucesivamente. Este hecho por un lado hace que confíen en ella como cebo, ya que la comen una y otra vez y no pasa nada, pero tiene como efecto negativo la facilidad de trasladar el cebadero a otra zona, mientras que nosotros creemos que lo seguimos teniendo delante. Por esta razón, preferimos cebar con las chufas de menor tamaño, o en su defecto trocearlas, para evitar este fenómeno y perder nuestro valioso cebadero.
Hay que tener en cuenta que las carpas pueden morir a causa de la chufa si no se prepara correctamente. Un remojo de 24-48 h y una cocción de 25-30 minutos en una olla a presión son imprescindibles para poder utilizar este grano. Además, es conveniente dejarlas en su jugo de cocción entre 48 y 72 h, siendo necesario que estén cubiertas completamente por él. Conservad las chufas en un lugar fresco, y poned una tapadera sobre el recipiente. Al cabo de 24 h absorberán parte del zumo, y en 72 h fermentarán, poniéndose muy viscosas. En este momento es cuando presentarán su máximo poder de atracción.
 Para las dos formas, alargadas o redondeadas, las presentaciones sobre el hair pueden ser variadas, aunque es muy interesante presentar a la carpa un cebo despegado del fondo. Para ello podemos utilizar un trozo de foam o de corcho y colocarlo entre dos chufas. También podemos usar imitaciones que  tienen una excelente flotabilidad.
Como variedad podemos utilizar chufas negras en los embalses donde las convencionales han sido empleadas con mucha asiduidad. Este color se conserva después del remojo y la cocción, la cual se realiza de la misma manera que las chufas normales. Sin embargo, su gusto  azucarado es superior en esta variedad que en las normales. Como novedad muy reciente, también podemos encontrar chufas peladas que presentan un color blanquecino que destaca bastante en casi todos los tipos de fondos.
 También es muy común el uso entre los pescadores de un derivado de la chufa: su extracto líquido. Es necesario un kilo de chufas para llenar una botella. Es un líquido muy viscoso que conserva todas las propiedades naturales de azúcares, grasas y aroma que pueda tener la chufa. Es además rico en vitaminas, destacando fósforo y potasio.
 Puede ser empleado de las diferentes maneras:
  • para cebar: este extracto se puede utilizar para mezclarlo con engodos, enriquecer pellets, como method mix, etc.
  • en remojo: remojo de las chufas o de los boilies.
  • en la confección de vuestras recetas de boilies.
  • en un bolsa de PVA, ya que no lo destruye.
Otro derivado, la harina de chufa, se consigue por la trituración de ésta, y con ella podemos desde engodar hasta confeccionar boilies. Para hacerlo, la reducción del número de huevos es obligatoria en vuestra receta, pues esta harina es muy pegajosa. Si queremos crear una buena mezcla de base para hacer boilies de chufa, es aconsejable asociarla con un mix de alta granulometría como, por ejemplo, las semillas de pájaro. Y es que debido a la naturaleza de esta harina, que dificulta y modera el proceso de secado, puede inducir a la aparición de moho. Reemplazad una parte de los huevos de vuestra receta por el extracto líquido de chufa, y conseguiréis una receta 100% natural de chufa.
 También podemos encontrar boilies de chufa, así como flotantes, en comercios especializados. La solución para no adquirir las chufas demasiado caras es comprar grandes cantidades, lo que resulta válido para todas las partículas. Siempre podréis efectuar la compra con algún compañero de pesca.
La harina de chufa se utiliza en la industria del bollo de leche para dar ese sabor suave. Puede emplearse también para que se hagan deliciosas tartas y galletas. Los Egipcios emplearon el aceite de chufas la primera vez hace 4000 años prefiriéndolo al aceite de oliva. En efecto, se la considera generalmente una alternativa más sana. El aceite es de color marrón y tiene un gusto rico. El aceite de chufa es un componente también fantástico para los productos de belleza. Tiene un elevado contenido en ácido oleico y una baja acidez, y así es excelente para la piel. Las chufas se utilizaron hace mucho tiempo por sus prestaciones contra la enfermedad, ya que son ricas en fibra, proteínas y azúcares normales. También se utiliza como alternativo a la leche de vaca y a la leche de soja. Posee vitaminas E y C.

No hay comentarios:

Publicar un comentario